Los colores en interiorismo son una decisión técnica que influye en la percepción del espacio, el bienestar emocional y la coherencia estética. Jugar con los colores requiere algo más que intuición.
Hoy exploramos cómo combinar colores para crear ambientes con personalidad sin perder el equilibrio visual, sin caer en la monotonía del “todo blanco” ni en la saturación de mezclas sin sentido.
¿Cómo combinar colores? La base: comprender el círculo cromático
El círculo cromático es una herramienta básica para combinar colores. Se divide en tonos primarios, secundarios y terciarios, y permite establecer relaciones visuales entre colores que generan armonía o contraste. Según se agrupen, obtenemos:
- Colores complementarios: son los opuestos entre sí (azul y naranja, por ejemplo) y juntos dan energía y contraste bien equilibrado.
- Colores análogos: son los cercanos entre sí (por ejemplo azul, verde y turquesa) y transmiten calma y cohesión.
- Tríadas y tétradas: son combinaciones en triángulo o rectángulo dentro del círculo. Muy útiles si buscas complejidad sin perder unidad.
Mantenernos en este marco nos permite salir de lo obvio sin perder el control del resultado.
¿Sabes que el color también pesa? Analizamos el peso visual del color
Aunque es un concepto abstracto, nos ayuda mucho a entender las combinaciones. Y es que no todos los colores “pesan” lo mismo:
- Los tonos oscuros, intensos y cálidos tienen mayor peso visual y se acercan al observador.
- Los tonos claros, fríos y neutros dan sensación de apertura y ligereza, se alejan.
Aplicado al diseño de interiores:
- Usa colores claros en techos y paredes si quieres ganar amplitud.
- Aplica acentos oscuros en elementos focales: una pared concreta, un mueble, un sillón.
- Equilibra proporciones: si vas a usar varios tonos llamativos, compénsalos con superficies neutras o madera natural.
No renuncies a la calma, ni lo apuestes todo al blanco
Los neutros son esenciales en cualquier esquema de color, pero si abusamos de ellos resultan fríos e impersonales. Lo que puedes hacer es equilibrarlos, compensar:
- Recurre a texturas ricas que generen profundidad como el lino, la madera o las fibras naturales.
- Introduce toques de color en textiles y objetos decorativos…
- Juega con la luz, pues los neutros reaccionan de manera distinta según la iluminación natural y artificial.
¡No pierdas el hilo! Mantén la cohesión entre estancias
Una de las claves del interiorismo profesional es mantener la continuidad visual entre las distintas zonas de una misma vivienda. Para ello:
- Elige una paleta de base coherente.
- Repite materiales y texturas en todas las habitaciones.
- Usa “puentes cromáticos”. Te pongo un ejemplo: si el salón tiene azul y el dormitorio verde, puedes añadir azul verdoso en el pasillo.
Cuándo arriesgar y cuándo no
Entonces, ¿cómo combinar colores? Introducir tonos inesperados da un toque personal y diferente, siempre que se haga con control. Es mejor reservar los colores más atrevidos para superficies fáciles de cambiar (cortinas, alfombras, cuadros) y evitarlos en elementos estructurales.
La experiencia de un equipo profesional del interiorismo en Pozuelo de Alarcón puede ayudarte a tomar decisiones valientes sin perder el equilibrio, especialmente cuando en un mismo espacio quieres combinar estilos, épocas y colores. Si quieres una propuesta cromática a medida para tu vivienda, contacta conmigo.