¿Seguro que se puede hacer una reforma sin obra? Te prometo que sí y te doy las claves en este artículo.
Imagina que encargas un proyecto de interiorismo en Majadahonda para tu vivienda, ¿puede ser más apetecible llevarlo a cabo sin obras?
¿Cómo se hace una reforma sin obra?
Es cierto que mediante una reforma integral los resultados finales son estupendos, pero también es un proceso mucho más complejo y tedioso.
Reformar sin hacer obras supone muchas ventajas:
- Requiere plazos menores tanto en planificación como en ejecución
- El presupuesto también es menor al no incluir cambios en las instalaciones de electricidad, fontanería o climatización
- Se puede continuar viviendo en la casa durante el proceso, simplificando la logística
Es cierto que no se produce una actualización total, pero sí un lavado de cara que puede transformar por completo la vivienda.
Lo más importante en estos casos es que sea un/a profesional quien se encargue del proyecto. La creatividad y los conocimientos técnicos y de diseño determinarán su éxito, especialmente si el presupuesto es ajustado.
Las 5 claves para reformar toda la casa sin necesidad de obra
Debemos tener claro que el objetivo es conseguir una atmósfera envolvente y agradable. Para conseguirlo tenemos que acordarnos de paredes y techos, pues son los grandes olvidados que marcan la diferencia.
- Paramentos verticales: los interioristas nunca nos olvidamos de las paredes, son un básico a la hora de reformar cualquier espacio. Actualmente existen muchas opciones en el mercado para reformar una vivienda sin obra como murales, papel pintado, palillería, cuarterones, etc. También puede lograrse mediante la pintura, unas estanterías o simplemente cuadros y espejos.
- Iluminación: colocar apliques, lámparas auxiliares e iluminación indirecta sobre puntos estratégicos es una manera de reformar una casa por sí misma. También puedes colocar iluminación sobre los rodapiés, creando una luz difusa muy bonita.
- Textil y mobiliario: si no quieres meterte en obras, renueva la casa cambiando las telas. Cortinas, cojines e incluso tapizados son elementos que pueden transformar por completo una estancia sin necesitar nada más. Incorpora también muebles auxiliares y juega con los estampados y las texturas que los acompañen. El cambio será absoluto y muy fácil de lograr.
- Suelos: cambiar el suelo es una solución muy efectiva pero una obra en la que quizá no te apetece meterte. Las alfombras son la alternativa ideal para la reforma sin obra. Dependiendo del tamaño y estampado pueden vestir toda una estancia por sí solas. En el caso de los salones, una gran alfombra que ocupe casi todo el espacio se convierte en un nuevo suelo.
- Techos: tradicionalmente el papel pintado se coloca en las paredes, pero podemos ponerlo en el techo y el resultado será muy llamativo y especial. También pueden fijarse molduras que no necesitan obra y que aportan elegancia al espacio.
¿Verdad que la reforma sin obra es muy sencilla con estos trucos? Contacta con el equipo de interiorismo de Laura Cortázar para encargarnos del diseño y la planificación estratégica de tu transformación.